Del movimiento hacia el movimiento, mediando la quietud. Un montón de dibujitos tomando el sol que calentaba a más de 40 grados. Esa quietud, que dura una eternidad en esta imagen, no existió. No existió en ese 'del movimiento (del colectivo) hacia el movimiento (del mar, de los bañistas, de los mirones)'. Como no existió el blanco y negro, ni los límites del cuadro.
Pero coexisten bella y eternamente ahora, permitiendo darle patadas a los recuerdos: sensación de aire acondicionado de transporte público amarillo, de velocidad y curvas, de color, colores.
El paso del tiempo y los recursos técnicos no perturban los recuerdos, más bien les abren nuevas vías.
1 comentario:
como uma onda no mar
Publicar un comentario