Estaciones atrás


Hermano de sangre elegía el lado derecho y lo sigue haciendo. Olvidé cuál es su argumento, pero nunca pude oponer resistencia. Tal vez una táctica para disfrutar mejor del paisaje, para descomponerse menos o para demostrar autoridad. El tapizado símil ovejita del coche celeste levantaba una temperatura considerable en verano y el clima se volvía apto para largas e incómodas siestas por las rutas de la costa bonaerense. En verano dejábamos los cascos en casa, nos semidesnudábamos y llenábamos nuestros rambos de arena. Teníamos la vida que querían las familias como la nuestra, los niños como nosotros, los muñecos y piluquis como los nuestros.

2 comentarios:

Santiago Maisonnave dijo...

Creí haber comentado ya, pero veo que no... Lo digo ahora, pues: me gustan mucho sus últimas entradas.
Le mando un abrazo veraniego.

Margot, la esquiva dijo...

Para seguir con el tono respetuoso de 3caídas (con números, si Trescaídas me lo permite), debo decirle, señor, que parece que algo en usted vive (¿ha revivido?). La historia, la suya, y sus manos de artista.